A partir de esa edad será en Zaragoza cuando descubra el Flamenco y empiece a formarse, hasta el día de hoy, pasando por Sevilla, Jerez y Madrid.
Después de impatir clase en varios centros de Zaragoza y Huesca, decide emprender camino en solitario, abriendo la Escuela FLAM&CO, con el ánimo de crear un centro donde diferentes profesionales de la danza y la música puedan unirse y aportar con sus disciplinas artísticas unas propuestas que nos ayuden a relacionarnos mejor con nuestras habilidades artísticas y expresarnos de manera creativa con ellas.
Porque bailar no es sólo bailar, sino que es aprender a escuchar y a escucharnos, aprender a relacionarnos con nosotr@s mism@s y con el entorno.
Bailar es un acto social, cultural y artístico y forma parte del ser humano en muchos momentos de su vida.
Para Sandra, el flamenco es su lenguaje y, en sus clases, busca enseñar la técnica sin olvidar la fuerza, el pellizco, la gracia y el compás.